domingo, 22 de noviembre de 2009

“LOS LÍMITES DE MI LENGUAJE, SON LOS LÍMITES DE MI MUNDO”

Me llama la atención la palabra “lenguaje”, un término al que tanta importancia se le está dando en la asignatura, ya que el lenguaje es todo aquello que comunica.
Las tres acepciones del lenguaje son: capacidad del hombre para comunicarse mediante un signo lingüístico, equivalente a lengua o idioma y como un sistema de signos.


Este término, es relacionado por el lingüista Saussure con los conceptos de lengua y habla. La lengua es un sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana; y el habla es la puesta en práctica de la lengua.

La ciencia que estudia el lenguaje es la Lingüística junto con dos formas de analizar la realidad: el paradigma formal (concibe la lengua como un sistema) y el paradigma funcional (como una actividad y un sistema).

Se puede observar como la comunicación tiene varios elementos. Los elementos que señala Gutiérrez Ordóñez, son muy interesantes y los podría pasmar para explicarlos a través de un ejemplo: cuando un alumno realiza un examen.
Así, el texto constituiría el mensaje que un emisor, en este caso el profesor, trasmite a un receptor, que sería el alumno en un contexto determinado: la realización de una prueba individual en un aula. Quizás por este motivo, y teniendo en cuenta que el canal empleado es un papel escrito, los ruidos e interferencias no se apreciarían.


Saussure también aprecia la relación existente entre el significante y el significado del signo lingüístico.
El significante como el concepto abstracto y el significado como la psíquica del sonido.
Frente a esta concepción según Saussure, se encuentra Hjemslev (plano del contenido y plano de la expresión) y Orden y Richards (signo lingüístico de manera triangular: pensamiento, símbolo y referente).


Como he expuesto anteriormente, la dicotomía de Saussure entre “lengua y habla” y “significante y significado” tiene gran relevancia. Saussure considera (como he explicado al comienzo de este comentario) que el habla es una puesta en práctica de la lengua y se produce una abstracción entre norma y sistema. La norma es la repetición que puede ser correcta o incorrecta (refleja todo), y el sistema es lo que está aceptado.
Por lo tanto la norma lingüística es convencional, ya que es lo fijado según unos principios y aceptado por consenso.


Frente a Saussure encontramos a otros autores que también estudian la norma lingüística. Es el caso de Coseriu (acervo lingüístico, institución social y sistema funcional) que considera que la norma es la repetición de modelos anteriores. Sin embargo Alvar considera que la norma implica una serie de situaciones que solo pueden comprenderse en su dimensión social. Por último Emilio Lorenzo tiene en cuenta la norma a través de una serie de criterios lingüísticos (eufonía y brevedad entre otros) y extralingüísticos (moda y frecuencia del uso entre otros).
Carbonero tiene en cuenta una norma estándar, considerada como coloquial, la cuál aceptamos, respetamos y enseñamos, que no tiene por qué ser normativa.


No puedo pasar por alto sin nombrar los conceptos de Competencia Ligüística y Comunicativa según Chomsky.
La competencia lingüística es la capacidad que tiene el individuo para generar oraciones mediante componentes gramaticales, y la competencia comunicativa es la capacidad que nos permite adecuar nuestro comportamiento lingüístico y extralingüístico a una situación comunicativa.


¿Será este motivo por el cuál el lenguaje humano es distinto al de los animales? El lenguaje que son capaces de expresar los animales está formado por una serie de códigos totalmente diferentes al de los seres humanos. El hombre es capaz de crear continuamente oraciones que nunca antes se habían formado.
Por lo tanto la competencia lingüística y comunicativa son esenciales en la comunicación y el lenguaje del ser humano.


Si se profundiza más sobre el tema se podría ir más allá, ya que el ser humano varía su lengua en función del espacio geográfico en el que se encuentre. A esto se le llama variaciones diatópicas. También varía el lenguaje en función del sexo, la edad, grupo étnico, clase social, nivel económico, etc. Es lo que se conoce como variaciones diastráticas. Y por último las variaciones diafásicas que hacen referencia a los diferentes tipos de expresión, según la situación concreta del hablante.
Después de todo lo que estoy argumentado y exponiendo en esta entrada de este blog, ¿se podría decir que hay algo de lo que estoy justificando que fuera mentira? Si, y seguramente alguien que lo esté leyendo y tenga una base en lingüística le habrá chocado. Los conceptos que he explicado de Saussure de significante y significado están cambiados.


Lo que he pretendido con esto es plasmar de una manera práctica una de las características del lenguaje: la prevaricación. El ser humano tiene la capacidad de mentir, y eso es lo que he intentado transmitir. Ahora definiré nuevamente los conceptos para no dar lugar a ninguna duda.
Significante es la psíquica del sonido, y significado es el concepto abstracto.


Frente a la característica de prevaricación hay otras tantas como: trasmisión irradiada y recepción dirigida, intercambiabilidad, retroalimentación, semanticidad, dualidad, transmisión, reflexividad…
Cuando estamos manteniendo una conversación no solo utilizamos el lenguaje verbal, sino que aunque lo intentemos evitar, aparece el lenguaje no verbal.


Para finalizar me gustaría hacer mención a la “gramática de Nebrija”, ya que la reduce a unas pocas reglas. Nebrija habla de las “artes de la paz” refiriéndose a la lengua, ya que considera que el pensar y el comunicarse a través de las palabras son las “armas o herramientas” más valiosas que el ser humano puede tener.
Por lo tanto lenguaje y pensamiento siempre van unidos.

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