jueves, 17 de diciembre de 2009

LA IDENTIDAD

Que sencillo es todo cuando eres pequeño, todo es perfecto. No hay preocupaciones, y si por un instante aparecieran, los que tienes a tu alrededor te lo resuelven.
Según pasa el tiempo ese pensamiento tan mágico se va convirtiendo en algo más lógico. El pensamiento comienza a ser más abstracto, podemos pensar y operar en el mundo incluso pensar en nuestros propios pensamientos. Que complicado parece ¿verdad?
Todo esto comienza a desarrollarse en la adolescencia, ¡qué edad tan complicada! El inconformismo y la rebeldía comienzan a florecer. Nos comenzamos a plantear cosas que nunca antes lo habíamos hecho. Nos damos cuenta del mundo que hay cuando salimos de nuestro entorno familiar, y es cuando comenzamos a hacernos preguntas sobre nuestra identidad.
Muchas veces, no tenemos respuestas, simplemente comparamos con lo que vemos a nuestro alrededor y comenzamos a explorar, a ser conscientes de los cambios que se producen en nuestro cuerpo, de las expectativas que otros tienen hacia ti. Los amigos se convierten en un pilar necesario y muy importante. Las relaciones, las comparaciones con los iguales, son muy necesarias: es el grupo de referencia. (De todo esto nos habla Kegan en la etapa de categorías).
Otro autor como Marcia nos habla de los estatus de identidad. La difusión, la moratoria, la identidad hipotecada y el logro. Ninguno de estos estatus es mejor que otro. Pero, me gustaría ir más allá. ¿Qué ocurre cuando un adolescente se entera de que un miembro de su familia está enfermo? Creo que todo esto habría que replanteárselo. Todo estaría cuestionado.
Cuando me hago esta pregunta, pienso en dos adolescentes muy cercanos a mí. Acaban de diagnosticar a su padre leucemia. “¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué me tiene que pasar a mi?” Estas preguntas son algunas de las que se planean. Es duro, ¿verdad? Como te puede cambiar la vida de un día para otro. Un día estas feliz y al día siguiente te dan una noticia que no te esperabas.
Pensando en ellos, me resulta complicado pensar como estarán viviendo su adolescencia. Erikson plantea la identidad como un asunto clave en el que te planteas quien eres y cómo los demás te identifican. Pero, ¿cuándo te dan una noticia tan dura, que ocurre? ¿Esa identidad se queda bloqueada? ¿O quizás la rebeldía y el inconformismo con el mundo se desarrollan mucho más?
Me resulta difícil responder a esas preguntas, quizás por los lazos que me unen al caso que estoy comentando. Me invaden demasiadas preguntas y no soy capaz de dar respuesta. Sólo creo que este suceso les marcará su adolescencia, y quizás esos estatus de identidad lleven diferentes caminos hasta llegar al estadio más maduro que es el de logro. Es probable que estén en moratoria, el más inseguro, ya que no saben que va a pasar.
Es complicado, pero muchas veces tenemos que intentar ir más allá. ¿Qué haremos frente a un caso así? ¿Qué respuestas le das a un adolecente dolido por lo que está viviendo? ¿Su identidad quedará marcada por la tristeza que le invade? ¿Hay que ayudarle a que desaparezca ese sentimiento de tristeza, o es mejor que experimente ese sentimiento?

domingo, 6 de diciembre de 2009

IMAGINA

“Imagina que vives en un ambiente en el que nadie te habla directamente, pero hablan de ti en tu presencia.
Imagina que los niños se burlan de ti en la calle y los adultos te miran fijamente y murmuran a tus espaldas.
Imagina que las personas te cogen del brazo, te sacan a la calle, te meten en un coche y nunca te dicen donde vas a ir o qué vas a hacer cuando estés allí.
Imagina que vives y vas a la escuela en lugares controlados por personas que nunca te dejan ir sólo a ningún sitio.
Imagina que estas en la escuela y año tras año los maestros sólo te preguntan tontadas como ¿qué color es esté? O ¡señala tu nariz!...aunque tenga 18 años.
Imagina que las personas siempre interrumpen tus intentos de hacer algo y lo hacen por ti.
Imagina situaciones en las que tú intentas decir que estas enfermo y nadie te atiende.
Imagínate en tu casa, abres el frigorífico y miras dentro y alguien corre hacia ti asegurándose de que no coges comida.
Imagina que vives en un sitio en el que las personas constantemente se quejan de ti, o hacen chistes sobre ti en tu presencia.
Imagina escuchando constantemente a las personas hablar sobre lo que no puedes hacer.
Imagínate a ti mismo como una persona que existe, pero ante los ojos de los demás parece existir tan solo como un tema de conversación.
Imagínate escuchando a los profesionales describiendo tus limitaciones delante tuya, como si tu no pudieras entender.
Imagínate que eres un adulto aprendiendo a hacer un trabajo productivo y tus instructores te tratan como a un niño.
Imagínate que no eres capaz de decir que preferías ver un programa de TV diferente al que los demás están viendo.
Imagina que estas en una situación en la que todo el mundo te da órdenes pero nunca hablan contigo.
Imagina que las personas sólo tienen expectativas sobre tus conductas inapropiadas.
Imagínate que nunca has podido tomar ni la más mínima decisión personal, aunque seas un adulto.
Imagina situaciones en las que nadie te presenta que preferirías hacer e incluso comer…”

BIENVENIDO AL MUNDO DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

sábado, 28 de noviembre de 2009

PENSAMIENTO MÁGICO

Ahora que se va acercando la Navidad, creo que es muy interesante hablar de la magia, de la ilusión y en ocasiones de la decepción. Esta entrada está inspirada en una reflexión que hace nuestro profesor Alejandro Iborra sobre el pensamiento mágico.
Que interesante lo que cuentas en tu blog. El pensamiento mágico, ojala pudiéramos tener en ocasiones los adultos la ilusión y la alegría que tienen los niños en esos momentos.
Según iba leyendo la reflexión de Alejandro se me venían a la cabeza muchos instantes mágicos con mis sobrinos y con cantidad de niños con los que he trabajado.
Me gustaría destacar uno de ellos. El año pasado (justo por estas fechas) estuve trabajando en un centro comercial haciendo animación infantil. Yo iba vestida de duende (me lo pasé genial a pesar de estar aproximadamente unas 10 horas diarias dando saltos, jugando, cantando…).
Fue una experiencia preciosa, ver las caritas de los niños asombrados al verme vestida de duende fue genial. Más de uno y de dos me dieron unos cuantos recados: “dile a los reyes magos que quiero una bici, una muñeca, y el videojuego que les he escrito en la carta” “este año me he portado bien, díselo a Papa Noel”. Es genial, contribuir a la ilusión de cada uno de los niños.
Yo también me disfracé de Papá Noel (seguro que como más de uno y de dos). Me encantan esas cosas, y más aún observar el asombro que se causa.
El año pasado, decidí disfrazarme, pero mi sobrino mayor (6 años) me reconoció enseguida, dijo “pero si es la tía Patry, si se le caen los pantalones, Papá Noel está más gordito” y se empezó a reír a carcajadas. Pero sin embargo mi sobrino pequeño (3 años), se quedó muy sorprendido, no sabía que hacer, tenía miedo y a la vez curiosidad…Fue estupendo contribuir a la ilusión que cada uno tenía pero de diferente manera.
Después de un par de experiencias, voy a contar la mía personal.
Uno de mis tíos me decía cuando yo era niña, que cuando llegan los Reyes Magos a dejar los regalos, pasan a la habitación de los niños y les dan un beso. Baltasar como era negro te dejaba pintada la cara de marrón, jeje que tontería ¿verdad?
Pues si era una tontería, pero la noche de antes me costaba dormirme muchísimo, incluso acaba durmiendo en la misma cama que mi hermana. Me daban miedo los Reyes, pero a la vez me encantaba sentir esa sensación.
Un día (con 7-8 años aproximadamente) una niña de mi clase me desveló que los reyes eran los padres. Yo rápidamente lo desmentí, ella decía que era imposible que pudieran ir a las casas de todos los niños en una noche. Yo lo tenía claro, eran MAGOS por lo tanto podían (o por lo menos era lo que siempre mi hermano mayor me había dicho).
Cuando llegué a casa después del cole, se lo dije a mis padres, menuda desilusión me llevé, incluso alguna lagrimilla salía de mis ojos.
En ese momento, me acuerdo que habló conmigo mi madre y luego mis hermanos. Ahora me hace gracia, pero en ese momento para mi era una enorme preocupación. ¡Nunca habían existido los Reyes Magos!
En fin, la vida seguía, pero para mí ya era distinto. Con el tiempo, me fui acostumbrando y comencé a participar en la otra realidad (nueva para mí): ir a comprar regalos para los demás con mis hermanos. ¡Tampoco estaba mal! Jeje. El pensamiento mágico de la etapa preoperacional estaba madurando.
Espero que siempre llevemos a un niño dentro de nosotros. La ilusión es una de las cosas más bonitas que podemos experimentar en nuestra vida, y es una pena que por ir haciéndonos mayores vaya desapareciendo.
Espero que en estas Navidades todos podamos ser un poquito más niños y volver a recuperar ese pensamiento mágico tan especial.
Me ha gustado escribir esta entrada porque me ha recordado infinidad de momentos personales que viví cuando era una niña, y que intento trasmitir ahora siendo adulta.

viernes, 27 de noviembre de 2009

TODO OCURRE POR ALGO

Cada etapa de mi vida ha sido muy especial, me ha enseñado a valorar como soy, a vivir el día a día, a disfrutar cada momento como si fuera el último. Valoro la importancia de vivir, de tener la suerte de ser quien soy, gracias a la gente que está a mí alrededor. Intento disfrutar al máximo de ellos, de sus consejos, de sus historias, de sus alegrías, de sus tristezas, simplemente de cada momento.
Un día decidí estudiar lo que ha provocado que sea como soy ahora, nunca pensé que podría cambiar tanto mi manera de ser, mi personalidad, me hizo madurar.
Todo esto lo valoro mucho más gracias al haber tenido una experiencia única en mi vida. Hace cinco años decidí estudiar integración social. Cuando comencé pensé que quizás no era mi lugar, pero fue pasando el tiempo, y me di cuenta de que realmente me interesaba y me gustaba, quería comerme el mundo. Acabé el año teórico, pero venía el año práctico. Tenía ganas pero también tenía miedo, no sabía si sería capaz. Iba a estar un curso entero trabajando con personas adultas con discapacidad psíquica bastante severas. Llegó el momento de enfrentarme a mis miedos, y he de decir que lo pasé bastante mal, no me entendía a mi misma, no entendía a la sociedad, no entendía al mundo entero. Sentía rabia pero a la vez tristeza, no entendía porqué nos quejamos de todo, estaba totalmente perdida, pero a la vez feliz por haber encontrado mi lugar en el mundo. Quizás suene egoísta, pero el trabajar cara a cara con personas con discapacidad día tras día ,te enseña a apreciar la vida, y a no olvidar nunca la suerte que tenemos de ser como somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes.

El vivir esa maravillosa experiencia me ha hecho cambiar, me he dado cuenta de que una mirada puede sustituir mil palabras, de que un gesto es más valioso que cualquier acción, y una caricia puede significar una alegría inmensa es sus corazones.
Con ellos he vivido muchas emociones muy nuevas para mí. Cuando comencé tenía dudas de si sería mi lugar o no, y me di cuenta de que me encantan, te enseñan a ser feliz, a vivir el momento, a apreciar las pequeñas cosas, y te sientes querido, muy querido, es increíble la alegría que transmiten.
Con ellos he pasado muchos momentos duros, complicados para mi, difíciles de asimilar, pero que con el tiempo y la experiencia te das cuenta que te trasmiten todos sus sentimientos con sus enfados, sus sonrisas, sus rabietas…todo lo que no pueden expresar con palabras.
Quizás parezca que estoy haciendo de ese año de mi vida un mundo, pero no, no hago un mundo, simplemente es mi mundo, el mundo en el que quiero estar, donde pueda aportar algo de mi, aunque sea una simple sonrisa, pero esa sonrisa se que la aprovecharán y la disfrutarán como si fuera la última que volvieran a ver, y me lo harán saber, me harán ver con sus miradas que les ha llegado al corazón.

Se que me queda mucho por aprender, pero estoy muy segura de que es lo que realmente me gusta. He tardado tiempo en saberlo, pero ahora que lo se, estoy totalmente segura y por eso decidí formarme en lo que más me gusta: la educación especial.
Hay mucha gente que no entiende mi entusiasmo por lo que siento, pero creo que no hay explicaciones teóricas para entender lo que mi corazón transmite a los demás, simplemente puedo decir que para esto no se hace, sino que se nace, la vocación está en la persona y es algo que se que tengo sin saber explicarlo con palabras.
La gente que mas me conoce, sabe con solo mirarme a los ojos si estoy bien, si estoy mal, si necesito un abrazo, si necesito un beso. Hoy en día soy como soy por todo lo que he vivido, momentos buenos, momentos malos, momentos que me gustaría borrar de mi recuerdo y momentos que me gustaría tener siempre en mi memoria. Por eso me gustaría terminar con una frase que siempre la llevo y la comparto con la gente a la que aprecio: “todo ocurre por algo”.
Se que si mi trayectoria no hubiera ido por este camino, yo no sería así, y no hubiera conseguido a lo que más puede aspirar una persona, y es a ser uno mismo, aceptándome tal y como soy, con mis cosas buenas y mis cosas malas, pero es lo que me hace ser única, y ser simplemente yo.

domingo, 22 de noviembre de 2009

“LOS LÍMITES DE MI LENGUAJE, SON LOS LÍMITES DE MI MUNDO”

Me llama la atención la palabra “lenguaje”, un término al que tanta importancia se le está dando en la asignatura, ya que el lenguaje es todo aquello que comunica.
Las tres acepciones del lenguaje son: capacidad del hombre para comunicarse mediante un signo lingüístico, equivalente a lengua o idioma y como un sistema de signos.


Este término, es relacionado por el lingüista Saussure con los conceptos de lengua y habla. La lengua es un sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana; y el habla es la puesta en práctica de la lengua.

La ciencia que estudia el lenguaje es la Lingüística junto con dos formas de analizar la realidad: el paradigma formal (concibe la lengua como un sistema) y el paradigma funcional (como una actividad y un sistema).

Se puede observar como la comunicación tiene varios elementos. Los elementos que señala Gutiérrez Ordóñez, son muy interesantes y los podría pasmar para explicarlos a través de un ejemplo: cuando un alumno realiza un examen.
Así, el texto constituiría el mensaje que un emisor, en este caso el profesor, trasmite a un receptor, que sería el alumno en un contexto determinado: la realización de una prueba individual en un aula. Quizás por este motivo, y teniendo en cuenta que el canal empleado es un papel escrito, los ruidos e interferencias no se apreciarían.


Saussure también aprecia la relación existente entre el significante y el significado del signo lingüístico.
El significante como el concepto abstracto y el significado como la psíquica del sonido.
Frente a esta concepción según Saussure, se encuentra Hjemslev (plano del contenido y plano de la expresión) y Orden y Richards (signo lingüístico de manera triangular: pensamiento, símbolo y referente).


Como he expuesto anteriormente, la dicotomía de Saussure entre “lengua y habla” y “significante y significado” tiene gran relevancia. Saussure considera (como he explicado al comienzo de este comentario) que el habla es una puesta en práctica de la lengua y se produce una abstracción entre norma y sistema. La norma es la repetición que puede ser correcta o incorrecta (refleja todo), y el sistema es lo que está aceptado.
Por lo tanto la norma lingüística es convencional, ya que es lo fijado según unos principios y aceptado por consenso.


Frente a Saussure encontramos a otros autores que también estudian la norma lingüística. Es el caso de Coseriu (acervo lingüístico, institución social y sistema funcional) que considera que la norma es la repetición de modelos anteriores. Sin embargo Alvar considera que la norma implica una serie de situaciones que solo pueden comprenderse en su dimensión social. Por último Emilio Lorenzo tiene en cuenta la norma a través de una serie de criterios lingüísticos (eufonía y brevedad entre otros) y extralingüísticos (moda y frecuencia del uso entre otros).
Carbonero tiene en cuenta una norma estándar, considerada como coloquial, la cuál aceptamos, respetamos y enseñamos, que no tiene por qué ser normativa.


No puedo pasar por alto sin nombrar los conceptos de Competencia Ligüística y Comunicativa según Chomsky.
La competencia lingüística es la capacidad que tiene el individuo para generar oraciones mediante componentes gramaticales, y la competencia comunicativa es la capacidad que nos permite adecuar nuestro comportamiento lingüístico y extralingüístico a una situación comunicativa.


¿Será este motivo por el cuál el lenguaje humano es distinto al de los animales? El lenguaje que son capaces de expresar los animales está formado por una serie de códigos totalmente diferentes al de los seres humanos. El hombre es capaz de crear continuamente oraciones que nunca antes se habían formado.
Por lo tanto la competencia lingüística y comunicativa son esenciales en la comunicación y el lenguaje del ser humano.


Si se profundiza más sobre el tema se podría ir más allá, ya que el ser humano varía su lengua en función del espacio geográfico en el que se encuentre. A esto se le llama variaciones diatópicas. También varía el lenguaje en función del sexo, la edad, grupo étnico, clase social, nivel económico, etc. Es lo que se conoce como variaciones diastráticas. Y por último las variaciones diafásicas que hacen referencia a los diferentes tipos de expresión, según la situación concreta del hablante.
Después de todo lo que estoy argumentado y exponiendo en esta entrada de este blog, ¿se podría decir que hay algo de lo que estoy justificando que fuera mentira? Si, y seguramente alguien que lo esté leyendo y tenga una base en lingüística le habrá chocado. Los conceptos que he explicado de Saussure de significante y significado están cambiados.


Lo que he pretendido con esto es plasmar de una manera práctica una de las características del lenguaje: la prevaricación. El ser humano tiene la capacidad de mentir, y eso es lo que he intentado transmitir. Ahora definiré nuevamente los conceptos para no dar lugar a ninguna duda.
Significante es la psíquica del sonido, y significado es el concepto abstracto.


Frente a la característica de prevaricación hay otras tantas como: trasmisión irradiada y recepción dirigida, intercambiabilidad, retroalimentación, semanticidad, dualidad, transmisión, reflexividad…
Cuando estamos manteniendo una conversación no solo utilizamos el lenguaje verbal, sino que aunque lo intentemos evitar, aparece el lenguaje no verbal.


Para finalizar me gustaría hacer mención a la “gramática de Nebrija”, ya que la reduce a unas pocas reglas. Nebrija habla de las “artes de la paz” refiriéndose a la lengua, ya que considera que el pensar y el comunicarse a través de las palabras son las “armas o herramientas” más valiosas que el ser humano puede tener.
Por lo tanto lenguaje y pensamiento siempre van unidos.

martes, 27 de octubre de 2009

El Principito y el Desarrollo Humano


En mi primer entrada a este blog, no puedo olvidarme de un libro que trasmite la esencia del desarrollo personal y que tanto me gusta. Estoy hablando de “El Principito”. Es un libro que no me canso de leer, y que siempre encuentro algo nuevo que aprender de él.
Quizás mucha gente se puede preguntar que tiene que ver este libro con el desarrollo que se plantea en la asignatura “Psicología de la Infancia y de la Adolescencia”. Personalmente, veo una clara similitud, ya que el protagonista del libro se va desarrollando personalmente a medida que va conociendo a otros personajes a lo largo de la historia. Es decir, un ser humano se va desarrollando como persona, va experimentando el mundo gracias a los adultos y las situaciones que se va encontrando en su camino.


Si tuviera que elegir uno de los capítulos más importantes para mí, sin duda sería cuando el Principito se encuentra con el zorro.
El niño se consideraba afortunado porque poseía una flor que el pensaba que era única, pero se dio cuenta que había cientos como la suya, es decir para él ya era vulgar y corriente.
El protagonista de nuestra historia poseía en su planeta una rosa y tres volcanes. El Principito no creía que eso le convirtiera en un gran príncipe. Pero un día se encontró con un zorro y este le dijo que jugara con él. El zorro le respondió que no podía, porque no estaba domesticado, pero que si lo hiciera no sería un zorro como los demás, ni el sería un niño como los demás; serían únicos los dos.


Todo el tiempo que ha pasado el Principito con el zorro, hace que este se sienta importante, y por eso se sentía responsable del zorro. El Principito en ese momento entendió todo. El zorro ya no era un zorro cualquiera, era especial y único. Al menos para el niño.
Su rosa, no era como las otras rosas, porque él la cuidaba, se sentía responsable de ella y tenía que volver a cuidarla como lo hacía antes.
El zorro como agradecimiento de haber sido domesticado le llevó un regalo al niño. Una frase única, y que todos deberíamos de tener presente siempre en nuestra vida:
“Sólo con el corazón se puede ver con claridad. Lo esencial es invisible a los ojos”

Cuando leí por primera vez el libro, no lo entendí demasiado bien, ya que tenía quince años aproximadamente, y no extrapolé la esencia del mismo. Hoy con diez años más, y con algo más de experiencia en la vida, me doy cuenta que esa frase tan bonita que el zorro le regala al Principito es esencial en el desarrollo de cada uno de nosotros.
Cuando nacemos, necesitamos del adulto para poder sobrevivir y poder ir desarrollándonos en todos los niveles: cognitivo, lingüístico, emocional…Según va pasando el tiempo vamos experimentando de una manera más autónoma el mundo que nos rodea, es decir, hay una continuidad en el desarrollo. Aún así no podemos olvidar que no todo es continuo, sino que también es necesario una discontinuidad para desarrollarnos en todas las dimensiones. Es decir, habrá elementos del desarrollo que impliquen un cambio personal más profundo como le pasó al Principito cuando conoció al zorro.


El desarrollo implica tiempo. Continuamente nos desarrollando y estamos experimentando el mundo, como dice Piaget. Pero según va pasando el tiempo, no es necesario experimentarlo inmediatamente para conocerlo, es decir, nuestra mente se va desarrollando. Podríamos decir que a la hora de dar sentido al mundo, pasamos de la exploración física para llegar a lo mental.

Como se observa en el Principito, el niño llegó a no valorar la flor que tenía porque había muchas iguales. Poco a poco, se dio cuenta gracias al zorro, de lo importante que era su flor, ya que el la cuidaba y la tenía mucho cariño. Es decir el Principito se fue desarrollando personalmente, y se dio cuenta que aunque hubiera muchas flores iguales, la suya era especial, es decir pasó de la experimentación física del mundo, a una más abstracta como es la mental. Fue más allá, se fue desarrollando como persona, y fue valorando la esencia de las cosas gracias a todo lo que había aprendido de todos los agentes mediadores que se fue encontrando por su camino.

Es un claro ejemplo de lo que nos pasa a nosotros desde el momento en el que nacemos. El adulto, es fundamental en el desarrollo del niño, es decir es un agente mediador, entre el niño y el mundo. Gracias a la interacción social que se va produciendo, el niño va construyendo su propio mundo, como lo hizo el Principito con su planeta.
Por lo tanto, tiempo y desarrollo van unidos, y de esta forma dar lugar a la triada: adulto-objeto-niño, todo ello inmerso en un contexto determinado.

Para concluir mi primera entrada en este blog, animo a todos a leer este maravilloso libro, que hace que nos desarrollemos como personas, y poder ver la esencia de las pequeñas cosas que la vida nos ofrece y que en muchas ocasiones desperdiciamos.
El protagonista de nuestra historia se convirtió en un gran Príncipe, ya que descubrió lo necesario que era él para su flor, y viceversa. Se desarrolló personalmente y se dio cuenta de lo que creció interiormente al conocer la esencia de las cosas. Cada uno de nosotros nos vamos desarrollando y nos seguiremos desarrollando a lo largo de nuestra vida como lo hizo el Principito, pero siempre sin olvidar este mensaje: “Lo esencial es invisible a los ojos”